lunes, 11 de octubre de 2010

Ángel Boligán Corbo

"El Caricaturista"
http://www.boligan.com/

Memorias del Caricaturista
No me canso de reír al recordar a Ángel cuestionando la nacionalidad de una gallina cuando la mesera  de un restaurante peruano en Boston, le ofreció un “caldo de gallina peruana”.  La curiosidad de nuestro cartonista era tanta que no paraba de insistir en ver el pasaporte o algún tipo de identificación de la susodicha gallina para saber que realmente se iba a dar el gusto de saborear a una gallina peruana en el mismo centro de Boston.  Al parecer, la insistencia de Ángel al cuestionar la identidad de la gallina se debía a que ni en su natal Cuba y mucho menos en su país de residencia,  México  le habían hecho tremenda publicidad a un plato de sopa.  Mientras él hacia su trabajo de investigación y la mesera hacia hasta lo imposible para salir de tremendo apuro, yo me preguntaba si los peruanos en Boston eran tan ingeniosos hasta el punto e ingresar gallinas peruanas a los Estados Unidos para demostrar que no hay como un caldo de gallina hecho con gallinas peruanas. 

Rumi Ryman


2 comentarios:

  1. ¡Gracias Luz, tambien me rio mucho cuando lo recuerdo, pero mas por la cara de la muchacha al tratar de explicar algo aparentemente tan complicado como la nacionalidad de la gallina y su estatus migratorio en Boston.

    ¡Un abrazo

    Boligán

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  2. Siguiendo con la gallina peruana el asunto ahora es que poniendole chispa a la vida la comida es mucho más agradable, mejor dicho sabrosa. Pueden seguir filosofando sobre la nacionalidad y también sobre quién puso la chispa, el que preguntó, la chica que no sabía responder o la gallina... Lo cieto es que el caldo de gallina peruana convierte a las pesonas en investigadores...

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